Donde nació un “Aldo”
de luz
Hace ya unos
años ¿cuántos? no sé, si lo hablo con Aldo seguro lo sacamos con exactitud. Pero
¿vale la pena? que más dá. Año 1996 tal vez. Tampoco me acuerdo que estación
del año vivíamos, ni como era el día, pero… aquí me lo invento… ¿Acaso no nos
reinventamos un poco nuestros recuerdos? Lo pondremos dramático: Era un día
gris con un frío triste y una medio lluvia de esas que no te anuncia
primaveras.
Pues eso,
Madrid año 1996, días de invierno y horizontes difusos y para colmo, en esa
mañana que moría salía yo del consulado de Cuba… un paréntesis: que realmente
no es un “con-su-lado”, el de Cuba no ha estado nunca ni con uno de tus lados
ni el otro, ni con tu pierna o tu mano, verdaderamente es un “Contra-tu-lado”.
Es un contra todo tu ser, tu voluntad y tu ánimo. Cierro paréntesis…y bajaba ya
en dirección al metro con el espíritu cabizbajo gracias al esfuerzo sincero de
los “pobres” funcionarios del “Contratulado”, maravillosos campeones en ese
deporte potente, casi inventado en ese desquiciante sistema, el de Cuba, y cuya
única y sencilla premisa consiste en la de joder al prójimo. Cabizbajo iba,
dígase de paso, por si encontraba algo “interesante” y ya no sé si cabizbajo
ando muchas veces por taciturno, instinto o coleccionista… ¿subliminalmente
queda claro que mi economía no era muy boyante? Más dramatismo… cuando
entonces, ya abajo, me encontré con un “Aldo de luz” en aquella mañana de
mierda.
En el metro
nos conocimos Aldo y yo. No recuerdo las palabras exactas, el punto de partida:
¿Tú eres cubano?...Sí…¿Tú también?...
Debió ser así, más o menos así. Subimos al metro y hablamos las 3 o 4 paradas
fortuitas, quizás más fortuitas si fué aquello una charla. Una fugaz impresión.
Un suspiro en el que me dio tiempo a grabar, con una lucidez no muy
característica en mí, esas dos frases que desde entonces recuerdo
perfectamente: Me llamo Aldo Méndez y
vivo en Ciudad Real …y… Yo vivo del
cuento. Eso fue todo, dos frases con tres pistas casi como teoremas:
Pista 1: El
nombre de Aldo me pareció muy musical, porque hay nombres que no riman. Pero el
de Aldo, Aldo Méndez rima con redondez de luna.
Pista 2: De
Ciudad Real nunca oí hablar hasta entonces. No existía en mi geografía, no
estaba fundada. Y de pronto apareció como premonición.
Pista 3: Y
puede parecer tan facilona esa frase de “vivir del cuento” como para sentirse
tentado a decirla una y otra vez, como sincera propuesta y aptitud vital. Vivir
del cuento es la convicción valiente y genuina de Aldo.
Por cierto, no
nos dimos los teléfonos, ni referencias ni nada de nada. Yo que sé por que
razón.
Pasaron los
años, año 2002, eso sí que lo sé, y llegué a Ciudad Real para quedarme. Allí,
apenas conociendo a mis nuevos compañeros del conservatorio, apareció la luz de
Aldo. Y me dijo Pedro: ¡Oye! Aquí vive un
Cuentacuentos cubano… ¡Aldo Méndez!...
Abruptamente le respondí. Supe entonces que nos veríamos nuevamente, y por
ello, no me preocupé mucho en hacer coincidir nuestros caminos. A veces es
dulce la espera y dulce es seguir viviendo sin prisas. Ya habría ocasión.
Pasaron más
años y nació Elisa y luego Cecilia y ya tendría 2 añitos la Eli cuando ví en un
programa de la biblioteca que tal domingo a las tantas de la mañana, Aldo
Méndez, el Cuentacuentos, contaba para niños. Era el momento.
Sin embargo, me
olvidé de aquello hasta el domingo señalado…suspense… ¡Que no cunda el pánico!
Por supuesto que llegué, a pesar de que ya había acabado la función. ¿Acaso iba
a ser inconveniente? Me presenté a Aldo con Elisa revoloteando entre mis
piernas y le rememoré el día aquel de 1996: El “Contratulado”, el metro, la
conversación…también me invento que le recordé el día gris de invierno
inventado……..Señores todos, conocéis a Aldo y su memoria infinita ¿verdad? Lo
recalco en negritas: esta vez, excepcionalmente, me convirtió a mí en custodio de
la misma. Él no recordaba porque no tenía que hacerlo.
Ahora, ahora
mismo, es cuando descubro el acertijo de aquel día de 1996:
Hay confianzas
que se vuelven ciegas desde el principio mismo en que se descubren. Hay caminos
que quieres vivir, que quieres sentir, sólo porque intuyes la sinceridad en la
mirada de un amigo.
Hay ilusiones
que nacen con la luz de un día y se convierten en castillos.
Hay castillos
para toda la vida.
Gracias Aldo.
Es increible, creo que lo mágico de este trabajo, de este disco y sus canciones, es que nos ha hecho soñar a todos, y nos ha acabado transformando a todos, surgen compositores, cantantes, y maravillosos escritores cada vez que nace la luz....estoy impresionada niño....es muy hermoso y muy tuyo....Gracias Aldo, Gracias Hernán, Gracias Carlos...
ResponderEliminarVamos a ver, centrémonos que estoy mayor, sensible, frágil...
ResponderEliminarGracias Carlos, Carlitos, gracias por ser casa y raíz, por permitirme un refugio de cubanía y afectos auténticos.
Por tu apoyo, tu compañía, por Menchu por hacer de mi sueño certeza, por permitirme ser, por Eli y Ceci, por permitirme el juego de no estar sólo y contar con vosotros con la certeza de que sois refugio y amparo
Joder, macho que ando como atado a un suspiro y con este cuerpo suspirar se hace duro porque puedo perderme en la escapada
Te quiero
No sé, pero releo esta entrada de Carlos mientras escucho una canción de Hernán y si esto no es hermoso y amoroso que venga Dios y me lo diga a la cara
ResponderEliminar¡Gracias!
No sé muy bien cómo, pero acabo de llegar a este blog. Qué cantidad de talendo, cariño e ilusión en todas las entradas. Un abrazo a todos y enhorabuena por el trabajo y por estas palabras tan hermosas
ResponderEliminarTalento...que se me fue. Abrazo
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